Barcelona Nocturna

De Crónicas Nocturnas
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Barcelona Nocturna es un capítulo de crónica de rol en vivo organizado por Crónicas Nocturnas que transcurre en la ciudad de Barcelona. Su Metatrama gira alrededor de un extraña tregua entre Sabbat y Camarilla que mantiene la ciudad en un empate técnico desde hace casi 3 décadas, una paz aprovechada por vampiros independientes y anarquistas para poder parasitar entre las dos sectas.
Barcelona Nocturna
Nombre Vivo
Fecha de inicio dd/mm/aaaa
Facciones de juego Secta, Secta
Organizador Nombre Organizador
Página web [Nombre]
Correo de contacto [Nombre]

Metatrama

Albores de la civilización y primeros vástagos en Cataluña

En la era de los grandes imperios mediterráneos, los Lasombra y Brujah cartaginenses se enfrentaron contra Ventrue y Toreador romanos por el control de las tierras ibéricas bañadas por las aguas del Mediterráneo. Además de ellos y de manera ajena e independiente algunos Assamita fenicios y persas llegaron para conquistar un terreno peligroso lleno de tribus indígenas: los celtíberos. Dentro de las tribus en algunos casos se podía notar la influencia de antiguos Gangrel o Nosferatu que eran tratados por estas como dioses de la naturaleza o monstruosos depredadores. Así pues, la península ibérica de entonces estaba mucho más habitada y civilizada de lo que muchos pudieran imaginar en la actualidad. Todos estos clanes y las civilizaciones de donde provenían, empezaron a mover sus fichas por el control de ese territorio inhóspito y salvaje que era la península ibérica prerromana. Una clara imagen del conflicto fueron las Guerras Púnicas, que enfrentaron al general cartaginés Aníbal (Brujah) contra Escipión el Africano (Ventrue). Quizás fue este el primer choque real entre culturas que se vislumbró en la Península y las ambiciones cainitas hicieron también su papel para forjar la historia. En estas colonias, pequeñas ciudades que limitaban en sus costas con el Mediterráneo, se establecieron, pocos siglos antes de la caída del imperio cartaginés y tras la disolución de éste, los vampiros de Cartago, colonizando estas tierras inhóspitas lejos de su hogar y de su cultura; mientras la luz de su Imperio se apagaba lentamente por la corrupción desde las sombras que ejercieron los Baali. Estos habían conseguido madurar un gran red de servidores y fanáticos a su causa antes de ser descubiertos y perseguidos. Por encima de todos ellos fueron Nergal y Moloch quienes más corrompieron el sistema cartaginés con sus semillas de diabólica corrupción. El imperio que se asentaba entonces en las costas africanas del Mediterráneo languideció lentamente por culpa de las batallas para cazar a los hijos de Baal. Después de las Guerras Púnicas y la caída de Cartago, estos "huérfanos" culturales solo pudieron aportar oscuridad y guerra a la zona debido a sus egos y culturas de carácter belicoso y expansionista, quizás los infernalistas habían sido derrotados en Chorazin, pero su legado de odio mancho cada una de las orillas del mar Mediterráneo y Cataluña no fue una excepción.

Roma Cainita en Cataluña

De entre todos esos colonizadores, uno de ellos destacó. Un vástago con una gran capacidad de resolver situaciones en conflicto y unir pueblos enfrentados en luchas por una meta común. Se desconoce su nombre real ya que ha sido borrado por el paso del tiempo, pero si que en siglos posteriores adoptó un nombre que a día de hoy aún conserva: Ramón Segarra del linaje Nosferatu, originario del imperio cartaginés pero converso a la fe católica apostólica romana cuando ésta entro en la Península. Ramón fue una clave muy importante para que tanto las tribus locales como el resto de colonias fenicias, cartaginesas y romanas acabaran fusionándose durante la creación del Imperio Romano: aportando la ayuda de exploradores locales, cortando canales de suministro y uniendo la fe de las tribus al catolicismo. Fue por eso que se le concedió el título de Magister Sanguinus en Tarraco (en esa época capital de la zona) y el honor de ser el juez del Tribunal de Sangre del territorio Tarraconense como recompensa. Por encima de él una antigua Toreador ocupaba el cargo de Cónsul del Imperio. Fue ella quien dividió el territorio romano entre varios lugartenientes, orquestó la conquista de las zonas ocupadas por fenicios y cartagineses y quien aceptó de manera más que correcta que se le otorgara el título de Magister a un Nosferatu. Los planes de estos dos antiguos en convertir Catalunya en un lugar de paso para grandes rutas comerciales romanas fue un éxito que impulso la creación del puerto de Barcino, ciudad que la antigua quería crear como imagen y semejanza de su belleza y cuya idea le vino en una extraña premonición mientras rezaba a sus dioses. en secreto construyó una biblioteca para contener escritos sobre la religión cainita que fue ganando fama con el paso de los siglos, visitada posteriormente por cientos de eruditos de dentro del Imperio que llegaban para aportar copias de los manuscritos y que fue el testigo de los pocos documentos que se pudieron salvar de Alejandría o Pompeya. Esta antigua acabó siendo directriz y cómplice de la grandeza de Barcino y Catalunya en los siglos venideros y trabajó codo con codo con el Nosferatu en pos de una estabilidad romana en la Península y en la zona que ellos controlaban. A día de hoy algunos pocos antiguos que la conocieron dicen que el espíritu de la antigua es lo que mantiene la ciudad de Barcelona en una constante progresión económica y cultural que la hace relucir por encima de sus vecinas.

La caída del imperio

Muchos vástagos aseguran que en realidad la primera revuelta anarquista se produjo durante la caída del imperio romano. Fueron tiempos de constantes cambios geopolíticos, conquistas y anexiones. El Imperio se había expandido demasiado y la mayoría de sus hijos preferían probar suerte aliándose con sus nuevos vecinos en los lindes geográficos que manteniendo el voto de lealtad y sangre hacía Roma. Con la victoria militar de los visigodos sobre Roma, el senado solo tuvo una opción: regalarle la totalidad del territorio penínsular a sus enemigos. Ante tal panorama de caos, la Cónsul fue reclamada en Roma con urgencia dejando el territorio en manos del Praetor, al cual hizo jurar la protección de la biblioteca de Barcino y sus exemplaria, donde la colección de documentos históricos de gran importancia para la estirpe ya era cuantiosa. La antigua Toreador nunca volvería a la tierra que se encargó de hacer florecer. Algunos Cainitas, traicionando el pacto de Honorio, deciden emboscar a los lideres visigodos cuando estos marchan a batallar a las galias, entre ellos la antigua toreador catalana. La leyenda cuenta que cayó defendiendo a los nobles de la ciudad francesa de Nimes del saqueo de los bárbaros visigodos, pereciendo en las garras de un grupo de antiguos que terminaron con su no-vida diabolizándola durante una emboscada en uno de sus lujosos templos. La verdad fue que detrás de los visigodos se escondían en secreto dos poderosos y antiguos vástagos del clan Ventrue y el clan Gangrel, quienes fueron sorprendidos por la emboscada romana pero no sobrepasados por esta.

Visigodos

Tras su marcha hacía las galias y en menos de un siglo, los guerreros Ventrue visigodos entran en la península con algunos de sus aliados Brujah galos y Gangrel vikingos del norte de Europa, todo orquestado bajo el mando del Ventrue Sigfrido. Siembran el caos reconfigurando los dominios de la zona a su gusto y antojo. El Magister, que parecía que caería el primero ante la invasión visigoda, es el primero en sorprender a sus aliados romanos vendiendo información clave para conquistar la voluntad de los vástagos romanos más prominentes de Catalunya de una manera eficaz y traicionar a tantos otros. Ramón consiguió de esta manera convertirse en la mano derecha y senescal del líder visigodo de la zona, Sigfrido, chiquillo de Hardestadt del linaje Ventrue (al cual se le cree la autoría de la muerte de la Cónsul Toreador). Se formaron los núcleos amurallados de: Barcino, Tarraco y Gerunda. A pesar del buen hacer de Ramón y Sigfrido, los mortales visigodos iniciaron un conflicto que con el paso de los años afectaría también a la cultura vampírica local: el cristianismo romano tradicional chocaba de frente con las doctrinas religiosas visigodas creando desentendimientos, odios y racismo. Los Toreador franceses entraron en la disputa moviendo sus aliados para recuperar influencia en la zona enviando espías y arpías para que avivasen el odio entre Brujah católico romanos y Ventrue visigodos, vengándose así del asesinato de su antigua aliada en la zona. Uno de los lugartenientes que más problemas le causaría a Ramón fue su tocayo de nombre pero no de linaje: Ramón Vera, antiguo Príncipe en la Barcino Romana, perteneciente al clan Lasombra y líder en secreto de la resistencia católica, aliado con los pocos Brujah foráneos supervivientes. Durante años el líder Lasombra había conseguido el dominio de la ciudad evitando la vigilancia del Magister con sigilo y sobornos. Se produjo una lucha por el control de la ciudad pero el Lasombra acabó convenciendo a los vástagos visigodos que una lucha en su contra solo arruinaría la prominente capital costera, dejando montañas de cenizas que ningún bárbaro podría disfrutar; postura que supo defender después cuando los visigodos se negaron a pactar con él, organizando una pequeña revuelta civil. Los verdaderos planes del Lasombra eran utilizar a sus aliados y la distracción que creo la pequeña revuelta para debilitar las fuerzas de seguridad del visigodo Sigfrido y así conseguir diabolizar al bárbaro, reconquistando de esta manera su título de Príncipe. Unas cuantas casas quemadas y unas pocas bajas entre sus hombres fueron suficiente para la consecución de sus planes. Su influencia sobre Barcino fue tenaz y planificada al detalle pero a pesar de oponer una buena resistencia durante un par de décadas fue él mismo quien, por voluntad propia, acabó abrazando los preceptos, reglas y religión de los visigodos para mejorar la calidad de vida de sus vasallos vampíricos y pactar una paz forzada que le mantuvo en el control de Barcino durante unas décadas mas. A día de hoy muchos Lasombra y algunos Ventrue siguen recordando la astucia de Ramón y la ineptitud de Sigfried.

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Sesiones de juego

Nombre de Vivo

Nombre de Vivo

Estructura de poder

Camarilla
Príncipe Nombre
Senescal Nombre
Sheriff Nombre
Primogénito Assamita Nombre
Primogénito Brujah Nombre
Primogénito Gangrel Nombre
Primogénito Nosferatu Nombre
Primogénito Toreador Leon di Rose
Primogénito Tremere Nombre
Primogénito Ventrue Nombre
Sabbat
Arzobispo Nombre
Priscus Nombre
Priscus Nombre
Obispo Nombre
Templario Nombre

Censo

Clan

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Clan

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Clan

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